lunes, 19 de enero de 2015
Te resuelvo una incógnita?
Muchas personas me preguntan porque no soy capaz de escuchar a Dios cuando hago la oración. Hay muchos motivos pero uno de ellos, fundamental, para poder escuchar es que primero hay que percibir: percibir a Dios y ese es el punto en el que quiero que hoy te detengas yo cuando rezo: ¿Percibo a Dios?
Para poder responder a esa pregunta hay que partir de saber que es percibir y etimológicamente percibir viene de la palabra latina: percipere, es decir: per-capere (captar lo verdadero), por eso Balthasar define percepción como la capacidad para captar lo verdadero.
¿Donde me quiere llevar usted?, te quiero decir que para poder percibir a Dios hay que salir de uno mismo porque lo verdadero esta fuera de nosotros. Percibir es querer recibir la Verdad que, por si mismo, irradia y por eso el hombre debe buscar la Verdad y querer acogerla ya que el hombres es quien tiene capacidad para poder asombrarse ante la Verdad.
Perdona si me he elevado mucho pero con todo lo que quería decirte es que para poder escuchar hay que evitar que la oración se convierta en un monologo dónde sólo entran nuestras preocupaciones sin ser capaz de abrirte a Dios. Si sigues por el camino del monologo no te extrañes que, al final, la oración se convierta en aburrimiento.
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