Ser contemplaitivo en medio del mundo.

Muchas personas cuando les hablas de que tienen que ser contemplativos dentro del mundo se preguntan pero que eso que es o a qué se refiere. Las consecuencias prácticas al final son muy sencilla pero aquí queremos explicarte el porqué. Para eso lo primero es identificar que contemplar no es ver.

Mientras que la visión te distancia de objeto la contemplación, en cambio, nos transforma en la imagen contemplada. La imagen que realmente trasforma es la imagen de Jesucristo, es la misma vida de Cristo. Si me quedase sólo en su percepción, como hablábamos hace unos días, captaríamos la Verdad, Jesús, pero no nos trasformaría. Es la contemplación la que nos lleva de la percepción a la participación en la Vida de Jesús.

Por eso cuando hablamos de ser contemplativos en medio del mundo de lo que estamos hablando es de que Busques, Encuentres y Ames a Jesucristo dentro del Mundo.

¿Cómo me mira Jesús?

Una pregunta que se hacen habitualmente las personas que hacen la oración es ¿Como me mira Dios?, la respuesta a esta pregunta la tenemos en un famoso pasaje del evangelio descrito por San Marcos en el que un joven se acerca al Señor y le pregunta que he de hacer para heredar la vida eterna, el joven rico, Jesús le responde con los mandamientos y luego pregunta este joven eso ya lo hago y en esos momentos dice el evangelista que Jesús le miro con amor.

Dios mira con amor porque su amor es su ser: Sé que tu vista es esta bondad máxima (...) Tú entonces nunca podrías abandonarme mientras yo seré capaz de tí. Es decir, Dios siempre te va a mirar con ternura, misericordia, paciencia, amabilidad, etc., siempre que tú te dejes mirar por Dios.

Por consiguiente la pregunta debe formularse de otra manera y ya no debo preguntarme cómo me mira Dios sino cómo me dejo mirar por Él.

Te resuelvo una incógnita?

Muchas personas me preguntan porque no soy capaz de escuchar a Dios cuando hago la oración. Hay muchos motivos pero uno de ellos, fundamental, para poder escuchar es que primero hay que percibir: percibir a Dios y ese es el punto en el que quiero que hoy te detengas yo cuando rezo: ¿Percibo a Dios?

Para poder responder a esa pregunta hay que partir de saber que es percibir y etimológicamente percibir viene de la palabra latina: percipere, es decir: per-capere (captar lo verdadero), por eso Balthasar define percepción como la capacidad para captar lo verdadero.

¿Donde me quiere llevar usted?, te quiero decir que para poder percibir a Dios hay que salir de uno mismo porque lo verdadero esta fuera de nosotros. Percibir es querer recibir la Verdad que, por si mismo, irradia y por eso el hombre debe buscar la Verdad y querer acogerla ya que el hombres es quien tiene capacidad para poder asombrarse ante la Verdad.

Perdona si me he elevado mucho pero con todo lo que quería decirte es que para poder escuchar hay que evitar que la oración se convierta en un monologo dónde sólo entran nuestras preocupaciones sin ser capaz de abrirte a Dios. Si sigues por el camino del monologo no te extrañes que, al final, la oración se convierta en  aburrimiento.

Rezar en el matrimonio

En primer lugar quiero agradeceros la confianza que habéis depositado este mes en el Blog que ya esta cerca de las 1000 visitas. He comprobado que muchos, supongo que con cierta desilusión, habéis entrado en la ventana de Matrimonio y no habéis encontrado nada.

Con esta entrada ya anunciamos que pretendemos remediarlo.y en los próximos días iremos analizando las virtudes matrimoniales que, con gran acierto, muchos escuchasteis el día de vuestro matrimonio: paciencia, afabilidad, generoso, humilde, sincero, etc.

Sin embargo antes quería hacer una breve reflexión. El matrimonio, como ves, tiene virtudes como tiene vicios porque no es un ser inerte sino que es un ser vivo con inteligencia y voluntad. Con capacidad de ser virtuoso o ser una calamidad. Por consiguiente con capacidad no sólo de pensar y hacer, sino de rezar porque el Matrimonio es una Comunidad de Gracia, un Camino de Santidad y quién mejor puede acompañar a los esposos a ser santos que el mismo Jesucristo.

Por consiguiente el marido, la mujer, para vivir con mayor plenitud su camino matrimonial no pueden sino que deben rezar y el tema de su oración , además de ellos mismos, será su propio matrimonio.

Aquí, por tanto, con los temas que se van  sugerir lo único que se pretende es, como recientemente a dicho el Papa Francisco, a que el amor de Cristo ayude a los esposos a caminar juntos con alegría.

La oración no es sólo para ti.

Muchas personas conciben la oración como una relación personal de cada uno con Dios. No se equivocan si se fijan exclusivamente en la dimensión personal que tiene la oración.

Sin embargo el ser humano no es un ser exclusivamente individual sino social y, como sabemos, forma parte de una familia. El cristiano también y por eso cuando reza, cuando esta en su habitación o en la capilla donde habitualmente se dispone a hacer la oración no lo hace sólo. El cristiano forma parte de una familia que tiene hermanos ya en el Cielo, otros se están purificando en el purgatorio y otros muchos peregrinan en la tierra.

Es decir, la oración tiene además de una dimensión personal una dimensión eclesial y, por consiguiente, si nuestros pecados afectan negativamente al Cuerpo Místico que es la Iglesia. Nuestra oración bien hecha contribuye, y no sabemos en que medida, a que la Iglesia siga creciendo en frutos de santidad.

Por consiguiente, cuando te venga la tentación de no hacer la oración o de hacerla de mala gana acuérdate de la Iglesia, de tus hermanos y hermanas que sufren por la Fe, del Papa y los Obispos y, como no, por esos parientes tuyos que purifican pequeños pecados en el Purgatorio.

Cuidado con la loca

Este año estamos celebrando un año Jubilar por Santa Teresa de Jesús. Entre otras suertes he podido celebrar la Eucaristía en el último convento que fundo la Santa: Burgos.

Hoy quería que meditáramos, ella que experimento con ciencia la oración, sobre un peligro frecuente a la hora de ponernos a rezar: la imaginación. La Santa la llamaba la loca de la casa. Y es que la imaginación si siempre hay que controlarla más, si cabe, en el momento de rezar porque puede ocurrirnos que dejando con libertad a la loca entre, a sus anchas, en las diversas estancias de la casa alborotando hasta el lugar nupcial: el corazón; alterando todos los afectos y donde había amor generar envidias, dónde había comprensión creando impaciencias.

La imaginación es un sentido interno. Útil para la oración; si esta ordenado. Es decir, colocando a la loca en su habitación: haciendo lo que debe hacer y no dejando que divague. Es decir, la imaginación en la oración debe buscar a Dios y no: si me han dicho esto o me han dejado de decir aquello; si me consideran o dejan de hacerlo; si yo fuera de ese modo o fuera de tal otro.

Cuidado porque cuando la loca por esos caminos lo que hay que hacer es: encerrarla.

Y, ¿Donde rezo?

A la pregunta donde uno puede rezar, cuál es el mejor sitio para hacer la oración; cualquiera con un poco de formación daría una respuesta correcta: la Iglesia. Pero, ¿por que si Jesús cuando se retira a rezar acude a un monte o huye al desierto en vez de ir a una Sinagoga?

Cualquier sitio es bueno para rezar y hay grandes santos que su mejor oración la han hecho en la calle pero no podemos olvidar que ya para el pueblo judío el templo de Jerusalén era la morada del Señor, el lugar donde habita Dios, y por consiguiente dónde es más fácil localizarle.

Dios esta en todas partes pero la habitación de Dios es el templo. De hecho la palabra oratorio denomina el lugar de la oración, el lugar donde se reza porque en la Iglesia, Parroquia u Oratorio esta la Presencia de Dios.

Por consiguiente si quieres rezar lo puedes hacer en cualquier sitio pero no olvides que junto al Sagrario es mucho más fácil que lo escuches porque estas más cerca.