domingo, 14 de diciembre de 2014
Adviento
Hoy es el tercer domingo de Adviento, el conocido domingo Gaudete. Nos tenemos que llenar de Esperanza y Alegría porque ya se acerca nuestra Salvación.
Sin embrago no es este el tema que queríamos abordar hoy sino que, como denomina algunas Iglesias Orientales vivir, el Adviento la cuaresma chica. Es decir un tiempo de preparación con oración. Y, como sabes, el hombre debe rezar no sólo con el alma sino también con el cuerpo. Ni somos sólo seres corporales ni totalmente espirituales.
Rezar con el alma es a lo que habitualmente nos estamos refiriendo en este Blog. Sin embargo hoy queremos hablar de rezar con el cuerpo. La Teología del Cuerpo de la que tanto hablo Juan Pablo II.
Rezar con el cuerpo es realizar pequeños o grandes actos de los que nos privamos para ofrecérselos a Dios: ser puntual a la hora de rezar, hacer un pequeño ayuno para dar Gloria a Dios, privarse de un bien que nos tiene enganchados para que Jesús nazca con mayor espacio en nuestro corazón en estas fechas de navidad, etc.
La oración del cuerpo es una consecuencia de la oración del alma. Es, hablando con Dios, cuando descubrimos que cosas, de verdad, le agradan. Por consiguiente te seguimos animando a rezar para saber que ofrecer.
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