jueves, 11 de diciembre de 2014

La Ecología de la Oración


Gracias pro la gran aceptación que ha tenido el Blog. En un sólo día superamos las 200 visitas, pero vayamos con lo importante.

El sacerdote encargado de los niños pequeños de mi colegio cada vez que habla con ellos les recuerda que tienen que rezar las 3 avemarías de la noche y les dice que no deben rezarlas en la cama sino de rodillas mirando al cuadro de la Virgen. Les anima a que lo hagan de ese modo porque la oración, también la vocal, necesita un clima favorable para poder rezar.

Alguno de vosotros me podría decir que Dios habla cuando quiere y como quiere y que habla hasta en sueños como al bueno de San José. Esto es cierto, pero lo habitual es que Dios hable en un clima de recogimiento. En ese ambiente es dónde la voz de Dios se puede escuchar con claridad.

Por consiguiente a la hora de hacer la oración, de rezar, debemos crear un clima de silencio, interior y exterior, que permita escuchar los susurros de Dios porque, como tantas veces hemos dicho, Dios habla bajito.

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